Recuento de una gestión

¿Se puede hacer recuentos de gestiones de gobierno? ¿Vale la pena hacerlas?

A pocos días de terminar el año, les contaré una anécdota de la gestión de Vicente Fox. Por mi trabajo en Atención a la Juventud de una demarcación del DF (misma en la que estuve un par de años) encontré interés en los temas de juventud y empecé a interesarme por todo aquello que tuviera que ver con proyectos en la materia.
Por ello, constantemente revisaba lo que se hacía en el Instituto Mexicano de la Juventud, organismo del gobierno Federal que se dedica a gestionar todo el tema de chavales (jóvenes) a nivel Nacional, y aunque no creía mucho en los que integraban la gestión del Instituto en el Gobierno de Fox y los proyectos que realizaban, sin duda eran referentes para saber que se hacía en mi país.
Una vez salió una convocatoria para ocupar una de las 5 plazas que ofrecían para hacer un diplomado en Periodismo de temas juveniles. Los requisitos eran tremendos: Un proyecto para el diplomado, Experiencia profesional en Medios y además una carta donde el medio donde trabajaras te recomendara para el diplomado, cartas de recomendación de profesores de la universidad, en fin, pedían las perlas de la virgen. Como me interesaba el diplomado fui recolectando la documentación y al final metí los papeles y un mes después resulté ganador. Supe que había ganado porque lo vi publicado en la Web no porque me hablaran, sólo decía que me contactarían antes de que diera inicio.
Después de casi un año de espera y sin información por parte del Instituto, decidí mandarles una carta de indignación por su falta de cortesía y de responsabilidad sobre todo. Ante la agresividad de mi escrito me contestaron diciendo que el diplomado no se había realizado en la universidad (la Ibero) pero estaban buscando un nuevo convenio donde hacerlo, que pronto me informarían, que mientras tanto me iban a mandar algo a mi casa (como el premio de consolación).
Y el premio llegó, un libro con lo mejor del sexenio Fox en cuanto a temas juveniles (que quien se apunte se lo regalo sin problema) y del diplomado, como Camelia la tejana, nunca más se supo nada…