Algunas personas me han llegado a preguntar si es verdad que en México se comen insectos, yo les respondo que si y que son muy ricos además. Los chapulines que son insectos saltadores asados, con un poco de chile, limón y sal son un verdadero manjar. Y justo Oaxaca es la tierra prometida de los comensales al probar este tipo de especies. Ya tenía tiempo queriendo conocer Oaxaca así que cuando mi madre lo propuso como viaje familiar en mi regreso a México no lo pensé más.
La escala que hicimos en aquel lugar no fue lo que esperaba del todo, llegamos cansados de un viaje por carretera con tramos dañados y buscando un hotel que reservé desde España y que nos fue muy difícil de encontrar a pesar de ser muy conocido. Aún así comer en el mercado local con toda la variedad de carnes, asados, nopales y guisos, acompañados de un delicioso queso Oaxaca es lo que valió la pena del viaje. Se que tengo que volver, sé que en realidad no conocí la ciudad del todo, pero también se que Oaxaca te puede llegar a enamorar por el estomago.
Para finalizar y antes de partir a Huatulco fuimos a visitar el árbol del Tule, el cual por su diámetro resulta el más grande del mundo, además de que calculan tiene mas de 2000 años de vida, que cosas tiene para contar ese árbol.
miércoles, 3 de octubre de 2007
Oaxaca
Publicado por jorge a. en 11:01