viernes, 2 de marzo de 2007

Por confiado


Cuando no hay algo que me haga levantarme por la mañana a iniciar las actividades rutinarias, generalmente me despierto y me quedo acostado, casi sin moverme pensando en mil cosas que no quisiera analizarlas porque la mayoría de ellas no tienen sentido, pero a través de ellas encuentro energía porque en realidad lo que estoy haciendo es soñar despierto.
Hoy, después de haber iniciado el ritual de aquellos niveles imaginativos, y después de haber tenido una semana laboralmente productiva, aunque ahora me duela cada parte de mi cuerpo (ya que me ofrecieron muchas clases en el gimnasio), me levanto por la mañana, mis últimos pensamientos se los dedico al buen clima que ha hecho últimamente después del largo invierno, y a que he podido salir a la calle sólo con un sweater encima sin necesidad de llevarme la funda nórdica encima y me percato de algo inevitable: por confiarme, la gripe se está apoderando nuevamente de mí!.