miércoles, 7 de febrero de 2007

Love makes the world go aroud

El reloj marcaba casi las tres de la mañana, el sueño me ganaba y mi espalda no podía estar más tiempo frente a la pantalla, de repente se abre una ventana que me decía: ¿puedes leer algo?. Era popoca, hace tanto no le veia que no sabía que me quería mostrar.

- Anoche me aterré, me llené de inseguridad y estallé en mil emociones que no podía contener. Sentí toda la fragilidad de mi ser, y frente a la desolada mirada que buscaba memorias en mi recámara, sólo podía cobijarme en un abrazo, que deseaba fuera el tuyo; por mi cabeza y en todos los rincones que me fueran posibles necesitaba saber que había una frase tuya diciéndome que aún quedaba un lazo muy fuerte, una consolidada esperanza. Te escribí dos mensajes de ansiedad y uno de disculpa; te escuché y quise estallar en llanto al no poder acariciar tus brazos y confesarte con un beso todo lo que te amo. Fueron minutos tan extensos en los que el sólo hecho de imaginarme sin un plan de vida contigo me desestructuró; ha sido muy extraño y saber que un sueño se debilita desde días atrás, era lo más cercano a la franqueza que me dictaba que la distancia abonaba a perder nuestro objetivo; hoy parece que el sueño, la ilusión y nuestro amor es un letargo en el cual es difícil encontrarnos.

Me quedé asombrado, compartí el mismo terror, me quedé en silencio, tal vez por proyección (o tal vez porque siempre he estado enamorado de sus palabras), lo único que le pude decir fue: ¿Está lejos verdad?

- Dice que me ama....pero que la distancia no nos está permitiendo ser felices, estoy llorando horriblemente.

Las desilusiones se están apoderando de mi entorno, me da miedo, creo que cuando se pierde la esperanza y la ilusión, habremos perdido muchas batallas, hay que levantarse, continuar, luchar por esa utópica cuestión del amor, al final sabremos que valió la pena la lucha.

A todos aquellos que dejaron de creer.