Tengo la teoría que si no te apetece leer un libro (por más recomendado que sea) no lo leas, que ya llegará el momento o posiblemente no llegue. Así mismo no sufrir un libro, es decir, si no te atrapa hay que reconsiderar dejarlo por mucho que hayas pagado por el. Esta idea me viene desde hace tiempo, aunque advierto que no es una teoría comprobada, de hecho desde que estoy en España me he hecho un peor lector. Hasta ahora no he terminado un solo libro.
Ayer, después de ir a tomar un rato el sol en el templo de Debod y haber hecho pic nic, me pasé por el Fnac con la consigna de comprar unos discos para grabar pero con la esperanza de encontrar un libro que me apeteciera. Sin pensarlo, llegue a una barra llena de libros de uno de los autores que me han atrapado desde la primera página “Milán Kundera” que con su libro de los amores ridículos y su insoportable levedad del ser se ha convertido en uno de mis autores favoritos.
Me compré la identidad, desde las primeras paginas lo reconocí era Kundera, atrapándome de nuevo.
viernes, 10 de agosto de 2007
La Identidad
Publicado por jorge a. en 10:38