Por fin terminé mi tesis y estoy en cuenta regresiva para terminar mi etapa de becario. Me encuentro sentado en mi lugar de trabajo, ya con pocas cosas que hacer, entrando en mis correos de Yahoo y Hotmail una y otra vez como si esperara que en cuestión de minutos llegaran 20 correos juntos de mis amigos saludándome o de información que me pueda interesar. Como aquel Coronel de García Márquez que como cada viernes se acercaba al puerto a esperar al repartidor de correos postales esperando recibir alguna carta que hace años había dejado de recibir.
Y ante tal ocio puede ser que llegue a romper mis ideales, que inclusive me abra una cuenta del Facebook al que tanto me rehúso, suba mis fotos y empiece a mandar mensajitos que no dicen nada como: “hola”, “solo me pasaba para saludarte”, etc.
Pero por ahora no, quiero terminar esta etapa y en mi próxima, pienso mantener correspondencia con las personas que quiero pero por correo postal, una carta de puño y letra, así que ya lo saben, si les interesa, a mandarme su dirección que estaré encantado.
miércoles, 7 de mayo de 2008
El coronel no tiene quién le escriba
