lunes, 27 de agosto de 2007

Hermano dame tu mano


En el bar-terraza debajo de mi edificio, durante todo el verano trabaja un señor Peruano que siempre que llego me saluda, inclusive una vez que bajamos a tomar unas cañas y le comentamos de lo hambrientos que estábamos nos dio unas buenas tapas de comer.
Lo que me sorprende es el tiempo que trabaja, ahí está desde la mañana hasta la media noche que cierra el lugar, de lunes a lunes. Una vez le pregunté si no tenía día de descanso y algo apenado me dijo que no.
–Pero cuando te den vacaciones no te vamos a ver aquí por un buen rato. Le dije para subirle el ánimo.
Me llegaron mil pensamientos a la cabeza: seguro no tiene papeles y no puede hacer nada, necesita el dinero y por eso trabaja tan duro, inclusive me pasó por la mente el hijo de puta de su jefe!. Que se sentirá estar tan cansado y no poder decir, bueno ya viene mi día de descanso.
Así vive mucha gente en España, los inmigrantes, los que hacen que este país crezca aceleradamente, los que están construyendo el futuro de España con el único sueño de llevar un poco de esperanza a su país. Así viven también los mexicanos en Estados Unidos.

Lo que se lee en el metro: Un señor quien traía extrañamente unas pesas de gimnasio enroscadas en las muñecas de las manos venía leyendo "Memorias de Idhún I La Resistencia" de Laura Gallego García.