Una profesora Nórdica decía que el lugar donde se cerraban la mayoría de los negocios en su país era en la Saunas, y así, grandes empresarios se tienen que desnudar (literalmente) para poder empezar a negociar.
El sábado, después de mi clase de Pump y con la resaca de la cena de fin de Master decidí entrar al Sauna del gimnasio a relajarme un poco. Ahí, entre las charlas banales entró un tipo a decirme que habían quitado la bandeja para echarle agua a las piedras: “es que a veces la gente es muy guarra, por eso la quitaron” “una vez un tipo se empezó a rasurar y limpiaba la navaja en la bandeja” ”Hay saunas en donde hasta orinan”. Yo me mostraba incrédulo ya que mi gimnasio lo he notado muy bien siempre, le decía que había normas sociales y de convivencia y el seguía quejándose aunque le pareció bien que le diera la razón.
Ese mismo día por la noche, al regresar a casa, después del fiestón que nos aventamos por las calles, iba a entrar a los torniquetes del metro saltándome la valla, tenía pase de metro, pero por un simple acto de rebeldía lo iba a hacer. En ese momento levante la vista y ahí estaba un guardia vigilando cualquier atropello a las normas. No me lo podía creer, el guardia era aquel señor quejumbroso con el que platiqué desnudo en la Sauna.
lunes, 2 de julio de 2007
Charlas de Sauna
Publicado por jorge a. en 7:03