Mi abuela decía que el que a dos amos sirve, con uno quedará mal. En esta ocasión se ha equivocado ya que ayer las dos personas con las que trabajo y con las que llevo diferentes proyectos se pelearon entre ellas. De repente coincidió que dos cosas urgían a la vez y se debatían en cual de las dos me iba a enfocar a trabajar. Sentadas una al frente de la otra empezaron a discutir prioridades, no de la mejor manera. A lado, sentado frente a su ordenador el afectado directo, osea yo. El ánimo se empezó a calentar de tal manera que me sentí abochornado. Al final quedaron en acudir a una instancia más alta, osea la jefa de ambas. Por primera vez en la vida me sentí el hijo único en medio de un divorcio, ¿tengo que decidir con quien me quedo y que hago? ¿Tengo que oír cuando se pelean por mi?. Si mi abuela estuviera aquí le diría que el que a dos amos sirve, uno tendrá que pelear con el otro por el poder.