martes, 5 de junio de 2007

Mola mogollón


Aún no soy conciente de los cambios por los que estoy pasando por el hecho de vivir en un país que no es el mío. El sábado cuando comentábamos el regreso a México de un integrante de mi familia Madrileña, analizábamos el cambio que hemos sufrido en el lenguaje para adaptarnos al entorno (algunas veces para darnos a entender y otras más para no sufrir). Y así, por ejemplo, que va a pasar si llego a México a decir: me coges el teléfono, Que guay, esto mola mogollón, eres un pijo o el tan recurrido follar. Así mismo hemos olvidado otras tantas, creo que el uso del por favor y el gracias se han limitado mucho y por supuesto eliminar nuestra gran frase: Me podrías dar un refresco…por favor. Claro que si dices eso por aquí, puedes exponerte a que te digan: Aquí no damos, aquí vendemos.
Al final son cambios a lo que nos vamos a desacostumbrar rápido porque al llegar te pones el chip de tu tierra, en cuanto a la agresión y lo directo en la forma de hablar, de eso si no respondo.