Voy de regreso a casa, línea 4 que me llevará de San Bernardo a Lista, en el camino me pongo a pensar algunos ideales para llegar a casa, simplemente para terminar el día tan bien como se ha presentado. Encender la lámpara que está al final de mi cuarto, pensar en la música que me hará sentir bien en este momento, puede ser el disco donde Pablo Milanés y Silvio Rodríguez mostraron su sentimiento de lucha, alguno de Joaquín Sabina o Norah Jones. Para leer puedo escoger el libro de Jorge Luís Borges que quiero tanto, o tal vez un poco de la poesía de Benedetti. Al final no me canso de disfrutar la tranquilidad de Europa, de disfrutar lo más sencillo de la vida, sólo se trata de vivir.
Dentro de una semana iniciaré mis prácticas, creo que mi ritmo cambiará un poco, posiblemente empezaré a vivir el Madrid que describen los periódicos, el caos, el metro otra vez, que los Madrileños son un ejemplo de las personas que caminan más rápido en el mundo, que Esperanza Aguirre inaugurará 20 estaciones de metro más. Al final de la jornada, quiero llegar a casa, a mi buque y encontrarme que sigue ahí Borges, Milanés, Sabina y Benedetti.
domingo, 13 de mayo de 2007
Al final de la jornada
Publicado por jorge a. en 22:06