Hace unas semanas cuando fui a cortarme el cabello, percibí algo que me da terror, una señora que entró saludando a todos los peluqueros con unos besos sumamente falsos, algo así como un muac muac. Era su estilo de vida, se sabía la vida de varios de los que estaban ahí y buscaba actualizarse, creo que al final logré pasar desapercibido.
Anoche, cuando fui a casa de Mónica a lavar toda mi ropa (puesto que nuestra lavadora se descompuso) terminamos hablando del concepto de ser una Maruja, aquella señora que se dedica al hogar, va al gym muy bien arreglada, entre otras cosas. El concepto ya lo tengo bien llevado ya que en mi clase de Mantenimiento del gym los martes de 9 a 10 hay unas cuantas.
Justo cuando ahondábamos en el tema, salían más conceptos de ser Maruja y entre ellos hubo varios que me proyectaron, por ejemplo, en la semana voy a hacer supermercado a 3 diferentes tiendas ya que busco el mejor precio-calidad y ya tengo ubicado que comprar y en donde, se que me gusta la mermelada del Corte inglés, que la leche en Sabeco está más barata y que para las pastas no hay nada mejor que Carrefour.
Quedé flipando el concepto y en el regreso a casa después de tres horas de chisme puro y casto, de haber tomado café y comentando los chismes más bajos del día mientras esperaba que salieran mis dos lavadoras (la de ropa de color y la de blancos) me cuestioné mi transformación irreparable: ¡Me he convertido en una Maruja total!
PD. La ilustración pertenece a Maitena una Argentina que merece la pena leer de vez en vez: http://www.clubcultura.com/clubhumor/maitena/index.html
miércoles, 14 de febrero de 2007
Servicio de Lavandería
Publicado por jorge a. en 10:48