El fin de semana, caminando por las calles madrileñas me encontré con una sex shop así que me animé y entré. Se me hizo gracioso la diversidad de cosas que puedes encontrar (que según yo no necesariamente tienen que ver con la sexualidad como tal, aunque es cuestionable)
Viendo las sección de películas, me encontré con una que tenía ganas de ver desde hace tiempo y que la semana pasada no la alcancé en la cartelera de Bellas Artes (había amanecido con resaca). Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, ópera prima de Pedro Almodóvar, después de sus irreverentes cortos en súper 8. Una de las primera películas que representaron a un movimiento contracultural juvenil llamado ¨la movida madrileña¨ surgido durante los primeros años de la transición de la España postfranquista y hasta avanzados los años ochenta, y que por esas épocas asumieron algunos dirigentes del gobierno para impulsar actividades lúdicas.
Pero, ¿que ha quedado de la movida madrileña?. Cuando alguien viene a Madrid se puede sorprender que en efecto si buscas fiesta, fiesta encontrarás, cualquier día y a cualquier hora. Eso si, cuidado con que te den las 3 de la mañana, cierren un lugar y te quieras ir a otro, porque de 10 euros la entrada, no te vas a librar (¡que estafa!). Me comentaba un buen amigo madrileño de marcha, que ese abuso en la entrada surgió a partir de que entró un nuevo gobierno a Madrid (un gobierno más controlador a diferencia de aquel que había promovido la Movida). A partir de ese gobierno, y abusando de lo fiesteros que se volvieron los de aquí, se les empezó a cobrar una cantidad bestial de impuestos a aquellos establecimientos que permanecieran abiertos después de las 3: 30 am, por lo que no tuvieron más remedio que cobrar entrada para poder asumir ese gasto extra.
Que culpa tenemos los noctámbulos que nos gusta ir por la noche buscando opciones de diversión, o peor aún, ¡esperando que abran el metro dos horas y media después!
lunes, 18 de diciembre de 2006
La movida madrileña
Publicado por jorge a. en 15:28